El Pacto de Estado contra la Violencia de Género
Fruto del consenso político, los Grupos Parlamentarios, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales representadas en la Federación Española de Municipios y Provincias, ratificaron el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en 2017.
Para hacernos una idea de la relevancia de este acuerdo, es necesario recordar la importancia simbólica de cualquier Pacto de Estado:
Un pacto de estado es la denominación que se da a los pactos entre partidos políticos de tendencias opuestas para enmarcar la acción del Estado a largo plazo en asuntos de trascendencia, sin importar qué partido ocupe el gobierno en cada momento.
Ministerio de Igualdad
Por tanto, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género marca un hito en el desarrollo de las políticas públicas de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y más concretamente en la lucha contra las violencias machistas, dotando de fondos y herramientas a las distintas Administraciones Públicas para este fin.
¿Cómo gestionar los fondos del Pacto de Estado por parte de un Ayuntamiento?
No se trata de una pregunta extraña porque gestionar dinero público nunca es una tarea sencilla. Además, en este caso, la responsabilidad exigida se multiplica porque estos fondos emanan, como hemos dicho, de un Pacto de Estado, con toda la carga simbólica e institucional que esto implica. Y, además, no de «cualquier» Pacto de Estado, sino del que refleja el compromiso para la erradicación de la violencia de género, «la manifestación más cruel e inhumana de la secular desigualdad existente entre mujeres y hombres».
En este sentido y según el Real Decreto 1023/2020, de 17 de noviembre, todos los Ayuntamientos reciben una cantidad de dinero fija, que va aumentando según la población del municipio, si están o no adheridos al Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género (conocido como el Sistema Viogen) y según el número de mujeres usuarias del Servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas de la violencia de género (ATENPRO) empadronadas en cada municipio. Por ejemplo, el Ministerio de Igualdad distribuyó unos 40 millones de euros entre casi 8.000 Ayuntamientos en 2024.
En todo caso, y cuente con los fondos que cuente cada Ayuntamiento, una cosa está clara: todo lo que se haga debe enmarcarse en la lucha contra la violencia de género o violencias machistas. Bien en su prevención o sensibilización, bien en la mejora asistencial y protección a las víctimas (también a los y las menores). De hecho, el Ministerio recordó en 2024 a los Ayuntamientos que en caso de detectar cualquier mal uso de los fondos, «se solicitará, de forma inmediata, el reintegro de los mismos».
Algunas ideas de acciones para llevar a cabo
Una vez dicho esto, el abanico de posibilidades es tan amplio como actividades existen, y, por desgracia, también como tipos de violencias machistas hay. Todas estas manifestaciones violentas las recoge el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, según el Convenio de Estambul. Así, se puede optar por tener como referencia el Repositorio de Buenas Prácticas financiadas con los fondos del Pacto de Estado de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, donde se especifican actividades llevadas a cabo en el marco de este Pacto por diferentes Administraciones, también a nivel local.
Además del Repositorio, y teniendo siempre presente la finalidad del Pacto, te proponemos 7 ideas que quizás te pueden ayudar:
➡ Refuerzo de todos los servicios municipales implicados en la violencia de género
Siempre con la idea de mejorar la atención a las víctimas o supervivientes, se pueden realizar diferentes acciones: ampliación del horario de las oficinas o el incremento de personal, refuerzo de los Puntos de Encuentro Familiar, refuerzo de Policía Local adherida al Sistema Viogen, creación y mejora de las Unidades de Apoyo en el ámbito local o Mesas de coordinación local…
➡ Estudio o Informe-diagnóstico sobre violencia de género a nivel municipal
Sin duda, es la medida más «invisible» para la ciudadanía, pero su utilidad para la propia Concejalía a medio y largo plazo es inmensa debido a que proporciona todas las claves de la realidad municipal en este ámbito. Y a partir de ahí, se pueden adoptar las decisiones basadas en datos para actuar. Por otra parte, también se pueden elaborar materiales más técnicos, pero muy útiles para la ciudadanía, como, por ejemplo, una guía sobre los servicios y recursos locales en materia de violencia de género, incluso en varios idiomas.
➡ Formación y más formación
Una de las medidas por antonomasia. Puede ser una formación de prevención, destinada específicamente, por ejemplo, a la infancia, adolescencia y juventud (y puede impartirse en los centros educativos, en asociaciones juveniles…) o formación para las personas que trabajan en intervención en violencia de género: personal sanitario y docente, equipos psicosociales, juristas y, por supuesto, Policía Local y Protección Civil. También es aconsejable formar en violencias machistas al funcionariado y Corporación municipal, se tenga o no vinculación con el área de igualdad y violencia de género. De nuevo, se puede utilizar el estudio o informe-diagnóstico para detectar necesidades de formación y elaborar un Plan de formación que no solo mire en el corto sino más bien al medio y largo plazo.
➡ Acciones destinadas directamente a las mujeres supervivientes de las violencias machistas
A veces puede ocurrir que nos centramos en la prevención y en el personal que trabaja en este ámbito y utilizamos menos recursos para atender algunas de las necesidades manifestadas por las supervivientes. Así que, se pueden usar los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género para, por ejemplo, diseñar una acción comunitaria en la que ellas mismas detecten necesidades y hagan sugerencias, o para mejorar su empleabilidad a través de programas de inclusión laboral, entre otras. Esta última, además, tiene un impacto directo en su propia situación vital, empoderamiento e independencia, también económica. Pero, de nuevo, se debe diseñar en función de las necesidades detectadas previamente.
➡ Campañas de sensibilización (sobre —todas— las violencias machistas)
En este caso, se puede tener como referencia los Días Internacionales: el 25N, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, el Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina, el Día Internacional contra la Explotación Sexual… Asimismo, la forma que pueden adoptar estas campañas son muy variadas: obras de teatro, exposiciones, proyección de documentales o películas, cuentacuentos, eventos deportivos, concursos de grafitis, murales, carteles para el 25N, de cortos, literatura, reparto de libros pertinentes entre la adolescencia, Puntos Violetas (que puede aunar sensibilización e intervención)… Todo ello sin caer en la frivolidad y sin perder de vista cuál es la esencia y el objetivo del Pacto de Estado.
➡ Puntos Violetas
Desde hace unos años se trata de una de las actividades más extendidas por toda España para festivales, ferias y otros eventos multitudinarios. Tiene mucha visibilidad y, además, el material que suele ir asociado (por ejemplo, pulseras) tiene impacto entre la adolescencia y la juventud. Puede ser una medida muy útil para crear sinergias entre distintas generaciones de hombres y mujeres del municipio a través del voluntariado, así como para sensibilizar y concienciar a la juventud.
➡ Jornadas y cursos sobre violencias machistas
Congresos, encuentros, mesas redondas… Vale. Esta propuesta puede ser algo más especializada y arriesgada, pero ¿por qué tu Ayuntamiento no puede organizar un encuentro en el que se reflexiona sobre violencias machistas? Además, se puede incluso organizar con otros municipios vecinos, con lo que además sirve para tejer esas redes intermunicipales y conseguir así reforzar la colaboración también en este ámbito.
¿Cómo se hace en tu localidad?
Debido al amplio abanico de posibilidades, a la necesidad de maximizar los recursos y, sobre todo, a la necesidad de generar un impacto real en la sociedad y en las supervivientes, estrategia y evaluación son palabras que deben tenerse en cuenta en todo este proceso. Es la única manera de mejorar y de terminar de hacer las cosas bien y con sentido. Además, la Secretaría de Estado de Igualdad exige que posteriormente se le remitan informes detallados sobre las actuaciones realizadas, también del impacto que han tenido esos proyectos.
Por último, aunque no menos importante, a la hora de definir las actividades, es pertinente tener en cuenta las características o necesidades del municipio y también la perspectiva de género con enfoque interseccional, que pone el foco en las discriminaciones múltiples que pueden afectar a las mujeres y niñas en la localidad: discapacidad y/o diversidad funcional, origen nacional o étnico, lengua y religión, entorno rural, edad, situación sociolaboral…
¿Qué otras formas se os ocurren para invertir los recursos provenientes del Pacto de Estado?
¿Qué cuestiones consideráis más importantes a la hora de gestionarlos?
Os leemos en comentarios.
Otra información de interés:
- Documento refundido de medidas del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género; Congreso + Senado
- Plan Conjunto Plurianual en materia de violencia contra las mujeres (2023-2027)
- Catálogo de referencia de políticas y servicios (numerado)
- Sistema común de información y evaluación (SIE)
- Resolución de 17 de julio de 2023, de la Secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, de transferencias para el desarrollo de nuevas o ampliadas competencias reservadas a las entidades locales en el Pacto de Estado contra la violencia de género para el ejercicio 2023.
- Real Decreto 1023/2020, de 17 de noviembre, por el que se actualizan las cuantías, los criterios y el procedimiento de distribución de las transferencias para el desarrollo de nuevas o ampliadas competencias reservadas a las entidades locales en el Pacto de Estado en materia de violencia de género
Autoría
Socia fundadora de EgaleCo Lab | Politóloga y consultora de igualdad, políticas públicas y participación ciudadana. Docente universitaria. Investigación social aplicada. Valoración de Puestos de Trabajo (VPT). Gestión de Talento, Recursos Humanos y Bienestar en en el Sector Público y Privado. Diseño e impartición de acciones formativas.
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